miércoles, 17 de octubre de 2012

Crónica (muy breve) de una (posible) derrota anunciada

Descalabro. Las mediciones más recientes indican que el presidente norteamericano corre el riesgo de no reelegirse. Las tendencias alcistas rompieron su equilibrio hace un par de semanas y lo que parecía una virtual victoria anticipada comienza a mostrar tintes de una disminución sostenida de la imagen y pérdida en la credibilidad y confianza del personaje de color en Estados Unidos más importante, después de Luther King. El primer debate fue contundente para esta sensitiva escalada de Romney, el candidato opositor del partido republicano. Todo parece indicar que su ofensivo pragmatismo terminó por convencer a los indecisos, pues opacó en gran medida al acomedido Barack, que cuidó mucho involucrarse en un enfrentamiento.

En unas horas más se llevará a cabo el segundo encuentro. El presidente actual debe estar calculando detenidamente su actuación. Buscará seguramente convencer al pueblo estadounidense que su opción y capacidad siguen siendo viables para el próximo cuatrienio. Que las amenazas de nuevas crisis no afectarán los bolsillos de cada familia y que el déficit tiene vías de atención inmediatas y controlables. El gobierno de Estados Unidos vive una época apretada en cuanto a sus finanzas.

La intención del voto en ese país tiene varios matices, pero dos son sumamente importantes: guerra y economía. Es conocido que los republicanos ganan cuando alguno de los dos asuntos no va bien. En este caso, no parece que las acciones novedosas y poco ortodoxas del gobierno de Obama en cuanto a decisiones económicas se refiere, cuenten con la aceptación de más de la mitad del pueblo norteamericano. La crisis ha sido permanente y el crecimiento de la población con escasos recursos comienza a formar parte de las estadísticas nacionales. La escasez de empleo siempre ha puesto en sobre aviso a las comunidades como un reflejo de que el gobierno está actuando ineficientemente.

En cuanto al factor guerra. Si bien la captura y fallecimiento de Osama Bin Laden rindieron frutos en su oportunidad, se desvanecieron con el tiempo bajo la sospecha de un supuesto montaje. La amenaza de guerra nuclear promovida por Irak y sus aliados, también pone en entredicho la capacidad de los demócratas para llevar a cabo una estrategia de protección y seguridad nacional.

En la recta final, Obama está mal parado. Tiene dos grandes áreas de oportunidad: Le faltan dos debates, además de contar con más dinero que Romney, según los informes más recientes de cada partido. Pero fácil, no la tiene. El republicano resultó ser un contrincante espinoso y que viene levantando ámpula desde abajo, sigilosamente.

Ya veremos qué dicen los resultados de noviembre.

México, D.F. Octubre 16, 2012

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