martes, 27 de enero de 2015

Anhelo austral

División. Latinoamérica representa un circo de tres pistas en el ámbito internacional. La fractura es cada vez más pronunciada. Las discusiones entre los mandatarios, tanto al interior como en los límites de las fronteras, son absurdas y aberrantes. Ello aparta las posibilidades de unificación y encuentro necesarios para la consolidación de un vigoroso bloque, que defienda de manera común los intereses de una de las regiones más ricas en todo el globo, por su alta concentración de reservas naturales y su gran potencial de desarrollo en materia energética, agrícola, entre otras. Mientras otras regiones han hecho a un lado sus diferencias, América Latina permanece anclada en los ánimos de segmentación y defensa de espacios y fronteras. Como si hubiera ejemplo de economías cerradas prósperas y abundantes. Cuba y Venezuela son ejemplos del deterioro que ocasiona ese despropósito.

El primer conjunto de países aparentemente alineados de manera exitosa lo integra Norteamérica. Nuestro país entró en las filas gracias a las gestiones en el siglo pasado de los presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas –modelos GATT y TLC, respectivamente-. Este grupo es privilegiado por la participación de Estados Unidos como líder. Su eje rector consiste en ser el país con el mayor control de la economía internacional. Por ello interviene en todos los asuntos bélicos, sociales y mercantiles en el resto del mundo. Su consolidación como país poderoso viene desde la Segunda Guerra Mundial. Cuando demostró enormes capacidades para proveer de lo necesario a Europa principalmente, para satisfacer sus necesidades inmediatas para continuar con su desarrollo y reconstrucción al término de la contienda. Junto con Canadá y México se ha forjado una alianza más o menos ejemplar, aunque se caracteriza también por su soslayada solidaridad. Ocurre sólo cuando conviene. Y ha sido blanco de críticas por ello.

Europa por su lado, también en el último cuarto del siglo pasado, afianzó su posición con un adelanto ideológico económico y social. La unificación de la mayoría de los países para operar una sola moneda y abrir las fronteras entre sí para el libre paso de mercancías y personas. Bajo condiciones estrictas de control macroeconómico. Los beneficiados: Alemania principalmente, y algunos otros países del norte. A cuestas traen a España y Grecia, entre los más rezagados. Inglaterra escogió ser solamente un testigo fiel, al margen de la coalición. Pero la cercanía con el bloque les permite a ambos bandos sostener el equilibrio necesario para contrarrestar la presión estadounidense en los aspectos que tienen que ver con las alianzas heredadas por la Guerra Fría en defesna de otros intereses y amenzas.

Asía es el gran comerciante e innovador. China encabeza el equipo. India aporta tecnología y conocimiento. Y ambos países, muchas, muchas personas. Es la zona con mayor concentración de población. Pero con notables índices de desarrollo. Lentamente se ha advertido que su subdesarrollo quedó en el pasado. Sin declarar una confederación auténtica, los esfuerzos de los japoneses, coreanos, chinos, rusos y otros más, se ha concentrado en el perfeccionamiento de sus capacidades regionales, un talento personal para la generación de ideas y desarrollo de materiales que ha modificado a las grandes corporaciones industriales de todo tipo por su bajo costo y la virtud para reorientar las formas de producción. De tal forma, que la fabricación de más de la mitad de los componentes se fabrica y maquila en ese lado del mundo. Así también, las grandes amenazas por la capacidad bélica y concentración de reservas energéticas se localizan de ese lado del hemisferio.

Si bien, los tres ejemplos anteriores no son perfectos, reflejan un desarrollo más próspero y ordenado que las desigualdades y enfrentamientos que se viven desde la parte baja de la California, hasta la Patagonia; extremos que señalo sólo para evidenciar la dimensión del espacio referido. Reavivar los sueños de Bolívar –desprendiendo el referente más reciente que encabezó Hugo Chávez-, es reavivar los principios de independencia que llevaron a los insurgentes de la Nueva España y demás territorios colonizados por los europeos del siglo XIX a la lucha por su libertad. Desafortunadamente solo quedaron vivos los sentimientos de autonomía, sin considerar los beneficios que brinda la asociación. Ya hemos visto que la ideología no está peleada con el progreso. Pueden convivir ambas y lograrse crecimientos sostenidos. La equidad tampoco está en contra del crecimiento. Son complementos.

Si tan sólo los líderes de Latinoamérica bajaran la guardia, se dejaran de señalamientos y buscaran la consolidación de un eje rector económico y social, que persiga como objetivo único el desarrollo de la zona y el bien común de sus habitantes; a través de la consolidación de un acuerdo global, que contemple reglas precisas de equilibrio, legitimidad y justicia para todos los países participantes. Si tan sólo pudieran ver que la alianza de cada uno de sus integrantes, con las potencialidades naturales de cada sector de la población, generaría una reacción mayor a la de cualquier otro bloque hasta ahora conformado. Latinoamérica sería otra. Más vigorosa y menos sensible. Más fructífera y menos bélica.

México, D.F. a 27 de enero de 2015.


jueves, 22 de enero de 2015

Estallido inmemorial

-¿Licenciado?- Escuché del otro lado del celular a las 15:50 horas de ese fatídico 31 de enero de 2013. Era mi secretaria. Me estaba avisando que el sótano y la planta baja del edificio B2 del Centro Administrativo de Pemex –en el D.F.- habían explotado. Me sobresalté. Ahí estaban siempre un grupo de colaboradores, en la bóveda de ese mismo edificio. Eran los encargados de custodiar las escrituras de toda la empresa. Un área que estaba a mi cargo.

Muchos años antes, cuando estaba dedicado a las labores sociales de la paraestatal, recibí innumerables llamadas como esa. Pero se trataban de tragedias en las zonas de exploración, en los derechos de vía donde pasan los ductos, en refinerías. Allá en Veracruz, Campeche, Tamaulipas. Nunca tan cerca de mí, de los pasillos por donde transitaba todos los días. Me sentí absolutamente vulnerable.

Vivía muy cerca de mi oficina en ese entonces. En unos departamentos de última generación. Cuentan con todos los servicios necesarios para no alejarse de una vida cómoda, ejecutiva pero más funcional y placentera. Dejé la comida y corrí hacia la oficina. De frente me fui encontrando con compañeros y amigos que me decían que todo estaba cerrado, que lo mejor era que regresar. No me detuve hasta llegar al primer anillo de seguridad que habían instalado los mismos guardias de la empresa. –Pase, licenciado-, me dijo uno de ellos. Hay que aclarar que en Pemex o eres ingeniero o licenciado. Claro, si cuentas con un puesto de autoridad. Si no, eres el Conan, la Barbie, el Wolverine. Con suerte, te llamarán por tu apellido.

El derredor era un caos: Gente herida salía de las instalaciones para buscar ayuda. –No están dando el servicio-, me dijo una señora que tenía un cristal atravesado en la mejilla, como un proyectil. Y otro, mucho más grande, que cruzaba su muslo izquierdo. Sin pensarlo, la cargué y entré al complejo. Fue mi salvoconducto. Ya en la clínica pude notar que nadie estaba preparado para una emergencia de ese tamaño. Los doctores curaban heridas, las enfermeras corrían por material. El resto de esas dos horas dentro de la sala de emergencias, me lo reservo. Por respeto a Pemex y a mis compañeros heridos y acaecidos. La única alegría entre la tragedia fue encontrar a casi todo mi equipo vivo. Sólo faltaba el más viejo, Pedro. No sabíamos nada de él. Poco a poco se fue vaciando la clínica y los que estábamos preparados para la faena, nos fuimos a la zona cero.

Vino el trabajo más pesado. La búsqueda de los desaparecidos y la recuperación de los cuerpos. Entre gritos y desasosiego fuimos encontrando más heridos y otros muertos. El ejército llegó, la Policía Federal también. El chino Méndez con sus topos. Ya para la noche, los voluntarios fuimos relevados por especialistas. Llegó el secretario de Gobernación, más tarde el presidente Peña Nieto. Su asombro era notable. Y como todos los momentos de caos, la pregunta en el aire era: ¿Qué pasó?

Nos mandaron a nuestras casas. A descansar, porque iniciaríamos muy temprano las tareas de recuento de los daños y comenzar con los reportes a la Procuraduría General de la República acerca de toda la información disponible para esclarecer los hechos. El viejo Pedro apareció en un reportaje de López Dóriga desde el hospital de Picacho. ¡Estaba vivo! Mi equipo había aguantado como los grandes. Nadie volvería a trabajar en ese sótano, se los prometí. Les prometí que subiríamos juntos a mis oficinas del piso 34 de la torreo, o hallaríamos un lugar mucho más seguro y sereno para ellos. Y así fue. El Archivo Patrimonial ahora es mucho más moderno y se ubica en una zona más libre de riesgos.

Esa noche, no dormí. Soñé que me quedaba encerrado en el sótano. Oscuro, destrozado, como lo había visto. Con la amenaza permanente de caerse todo de una vez en caso de que el estallido hubiera provocado un posible daño a la estructura del inmueble. Eso lo seguí soñando varios meses después. Fue difícil recuperar el ánimo y la seguridad.

El apenas nombrado director, Emilio Lozoya, llegó de India la mañana siguiente. No cabía en sí al ver la catástrofe. Una especie de novatada cruel y despiadada que nadie merece. El resto de los días fue buscar entre los escombros. Recuperar lo más que se podía. Informar de lo que se destruyó. Y comenzar la reconstrucción lo más rápido posible para pasar pronto el trago amargo. Las conclusiones de la investigación son por todos conocidas. Concentración de gas en la parte más baja del edificio y una chispa incendiaria. El procurador Murillo Karam hizo un trabajo minucioso. No dejó títere sin cabeza. Vinieron peritos de todo el mundo. Ahí estuve yo, también. Me siento orgulloso de haber participado de principio a fin en las labores de rescate y reconstrucción.

Pemex cambió ese día. En el aire -hasta el último día que trabajé ahí, en diciembre de 2014- se respiraba aún la inseguridad, el miedo, la melancolía. Ya no sueño tanto con el sótano. Por costumbre, morbo, incluso verdadero interés, sigo a Pemex desde la trinchera de los diarios y los noticieros. Es una pena que el arranque de la nueva época de transformación esté acompañado de una crisis por el precio del crudo. Estiman los especialistas que los bajos precios durarán más allá de este año. Las licitaciones de los primeros bloques no resultaron tan atractivas como se esperaba.

Estoy convencido que vendrán mejores momentos para la industria petrolera nacional. Si el B2 se levantó de entre los escombros, con mayor razón Pemex y aquellas otras compañías que busquen el mejor beneficio compartido. Sirve a México y sirve a los ciudadanos. Quienes queremos ver los provechos de esta nueva era de apertura, que promete grandes ventajas futuras para nuestros bolsillos.

A dos años del suceso. Quiero recordar a los compañeros que fallecieron ese día. En especial a mis conocidas Betty Castro y Evita Melchor. Grandes compañeras que les alcanzó la muerte trabajando. Como lo hicieron por muchos años para esa gran empresa. Descansen en paz por la eternidad.

México, D.F. a 21 de enero de 2015



martes, 20 de enero de 2015

Galimatías gaucho

Discrepancia. El origen de la confusión que hoy embarga Argentina es la incertidumbre. Con el fallecimiento del fiscal Alberto Nisman se respira un ambiente confuso y poco esperanzador. El asesinato encubierto en suicido es casi evidente, pero irremediablemente misterioso. Nunca sabremos lo que hubiera ocurrido el lunes 19 de enero si este personaje se hubiera presentado a comparecer ante la Comisión de Legislación Penal en la Cámara de Diputados de la nación gaucha. El tema, las omisiones en el caso de los terroristas que causaron la muerte de 85 personas en el atentado con coche bomba, en Buenos Aires, contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994.

La presuntamente involucrada y principal sospechosa para sus antagonistas, es la presidenta Cristina Fernández, viuda de Kirchner –cuyo esposo también fue presidente de ese mismo país-. Se le acusa haber fabricado, en su oportunidad, la inocencia de los perpetradores de ese acto violento. De origen iraní, al parecer pertenecientes al grupo Hezbolá. Y es que apenas en el año 2013, en un evidente acto de alianza gubernamental y buenas voluntades entre Irán y Argentina, se creó desde la presidencia una comisión de la verdad para esclarecer los hechos. Lo que pareció más bien un pacto oculto entre ambos países para eliminar las dudas y exonerar a los verdaderos culpables. Hasta aquí, mera especulación.

“La idea de establecer una ‘comisión de la verdad’ sobre la tragedia de la AMIA que involucre al régimen iraní sería como pedirle a la Alemania nazi que ayudara a establecer los hechos de la Noche de los Cristales Rotos”, comentó en aquel entonces el presidente del Comité Judío Americano, David Harris durante una visita relámpago a Argentina. Pero el desenlace era de esperarse. Desde la alienación de Venezuela y otros países del hemisferio sur con Irán, los enfrentamientos ideológicos se han tensado de sobremanera en esos países.

El trabajo del fiscal Nisman era respetado por la comunidad judía y al parecer por el propio gobierno –quien lo designa es el difunto Néstor Kirchner-. Se le acreditaban la cabalidad y la rectitud con las que había venido conduciendo las investigaciones. Hasta hace pocos meses que el enfrentamiento con la presidencia comenzó también a ser en extremo tirante. Nisman había resuelto el involucramiento de la actual presidenta Fernández en el encubrimiento de los acusados. Esas iban a ser sus declaraciones del lunes 19. El caos sumado a la ya conocida crisis del gobierno sonaba fuertemente en la Casa Rosada.

¿Qué pasó desde la aparición del cadáver del fiscal? Se trata de una serie de declaraciones imprecisas e incongruentes en torno a los hechos. Lo que ha sometido fuertemente al escrutinio de la opinión pública al poder central argentino. En primer lugar, una salida a medios que evoca a la duda. La gobernante suprema, declaró públicamente lamentar el suicidio del personaje. ¿Por qué adelantar el veredicto? Una de dos. O estaba plenamente segura de ello por lo que le hubieran podido informar de primera mano. O vieron en el primer círculo la manera más rápida de aseverarlo para evitar sospechas. Hoy, ya es inexcusable. Porque en segundo lugar, las evidencias alrededor de las primeras investigaciones apuntan cada vez más a la posibilidad de un atentado. Acciones como la compra de víveres para el consumo de la siguiente semana, concertar citas futuras de importancia relevante, son pruebas que demuestran que las intenciones del comisario no eran precisamente las de suicidarse.

Por otro lado, así como se instaló una comisión para la aclaración de los hechos de 1994. Pudo haberse hecho para este caso, y hasta el momento no parecen existir las más mínimas intenciones para hacerlo. Controversial, como siempre en estos asuntos donde se involucran las oposiciones ideológicas, el poder y la sociedad dividida por las acciones de la cúpula gubernamental.

Ya veremos si libra esta nueva crisis la mandataria argentina. En mi opinión, sería el momento adecuado para dar paso a una nueva generación en el poder al frente de esa nación. Con ideas más frescas que vean de nueva cuenta por la recomposición del Estado argentino. Se requiere de un cambio radical tanto económico como social. Que encumbre de nuevo a ese país. Tan bello como su tango, su comida y sus mujeres.


México, D.F. a 20 de enero de 2015.


sábado, 17 de enero de 2015

Desafiando el caos
  
Confusión. Una de las herramientas más poderosas para los que hábilmente suelen crearla. Desaparecer dos mil 700 millones de pesos no ha de ser tarea fácil. Sobre todo cuando nuestras autoridades han aplicado toda una serie de candados para vigilar las operaciones financieras nacionales e internacionales que pudieran estar ligadas al lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita. Me cuesta trabajo pensar que los filtros no se activen de inmediato ante tales sumas. Concluyo anticipadamente que hay involucrados que tomaron ventaja de la situación y cuentan con acceso a los medios gubernamentales para ocultar las evidencias o hacerlas pasar inadvertidas.

Son más de seis mil ahorradores los afectados por las decisiones ambiciosas del señor Olvera Amezcua, quien además cuenta con un historial poco notable. De ser un funcionario público en la Secretaría de Hacienda pasó a ser el dueño fundador de Leadman Trade, la empresa con la que creó Ficrea. Los recursos para su creación, se desconoce de dónde surgieron originalmente. Lo que sí se sabe, por las grabaciones, es que funcionaros del área de inteligencia financiera fueron sobornados con cantidades por encima de los 90 millones de pesos, para evitar que las empresas y sus operaciones fueran inspeccionadas y sancionadas, de ser el caso.

Los derechos de los usuarios de una entidad financiera mexicana están protegidos por Ley. Desde los acontecimientos en el sexenio de Ernesto Zedillo ante la inminente caída del sector bancario y la creación del Fobaproa, se han destinado reservas para amparar posibles quebrantos de una o varias empresas dedicadas a la operación de recursos de capital. Eso no atenúa el hecho. El robo se perpetuó con la huida. Porque demuestra el dolo. El dueño de Ficrea, desde el año 2000, actúo fuera de lo establecido. Son más de veinte compañías alrededor del mundo las que fueron creadas para causar el desarreglo necesario para la confusión de los que investigan estos fraudes. El fin era hacerse de muchos más recursos, sin pagar impuestos y sin que se notara.

Los que conocen de costos de intermediación y tasas de interés, les queda claro que cualquier operación financiera lícita genera márgenes exorbitantes, sobre todo aquellos que operan a través de microcréditos a población de escasos recursos o a personas que tienen poco acceso al crédito en otros bancos más reconocidos. Ahí está el éxito de estas compañías. Entre la desconfianza de los grandes bancos por la escasa cultura del pago en México y el incremento de la pobreza y el desempleo, las empresas dedicadas el usufructo financiero de menor calado han alcanzado niveles millonarios de ingresos. El Banco Compartamos es uno de los ejemplos más relevantes. Los conocí en mi paso por Harvard, la universidad los contempla como ejemplo relevante. Y ya no sólo eran exitosos, sino que sus números competían en los medios internacionales con otras empresas de mucho más prestigio y antigüedad.

Una vez más, la corrupción superó la legislación. Cañonazos de millones de pesos compran las voluntades de los que pueden evitar daños de esta magnitud. No estoy en contra del éxito y sus consecuencias económicas. Al contrario, como lo he mencionado antes, soy partidario del fomento a la competencia y la productividad. Factores clave para el desarrollo económico y empresarial. Ojalá tuviéramos en México más empresarios como Carlos Slim, Emilio Azcárraga, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas –los más ricos de México, según Forbes- Pero también, ojalá hubiera más equidad y menos abuso por parte de aquellos que quieren alcanzar ese espacio en la lista.

El fortalecimiento de los órganos de fiscalización, incluye una selección más estricta y cabal de los que conforman esas estructuras. No faltará quien busque la rentabilidad a cualquier precio, desoyendo los preceptos tanto legislativos como morales. No sólo se trata de evitar los actos ilícitos, sino de pensar en los agraviados. Las reformas han sido un gran paso para el desarrollo justo y equitativo del país. Son concisas y muy claras. Descartes decía que “la multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios”. No ha sido el caso en México. Lo que falta ahora es que estos se permee entre la sociedad y los funcionarios que las administran. Así se evitará el caos. Y el orden pondrá a todos en su justo espacio y dimensión.

México, D.F. a 17 de enero de 2015.


martes, 13 de enero de 2015

Yo también soy Charlie

Irreparable. El daño moral para los parisinos reavivó sentimientos que habían sido borrados generacionalmente desde la Segunda Guerra Mundial. El miedo, el terror, la incertidumbre son sensaciones que se tatuaron nuevamente en el alma de la ciudadanía gala. La ofensiva yihadista contra el semanario no tiene nombre. A diferencia de otros ataques perpetrados, este ha marcado una nueva forma, es personal, directo, sanguinario.

El fanatismo es una de las condiciones humanas que me resultan más aterradoras. No tiene límites. El dogmatismo paraliza la racionalidad y el juicio práctico. Y desafortunadamente, al amparo de la religión, se han conformado históricamente grandes agrupaciones. Cada vez más más pobladas y con mayor presencia regional e internacional. Sin ir más lejos, en México podemos ver representaciones de esta circunstancia en agrupaciones aparentemente religiosas que se anuncian en todos los medios, prometiendo una nueva forma de vida, pero que sigilosamente someten a sus fanáticos para brindar amplios beneficios económicos a los guías; a través del cobro de aportaciones para la sanación de su alma.

El asunto que ocupa el ataque, fuera de todo conflicto bélico y de intereses económicos, es debido a que el pragmatismo occidental ha marcado la diferencia contra el dogmatismo oriental. Desde el siglo XVIII la sociedad europea tomó la firme decisión de romper con los esquemas rígidos imperialistas. Se implantaron en la genética intelectual moderna las ideas de libertad, igualdad y fraternidad. Esa herencia que se diseminó por casi todo el mundo, aisló a los musulmanes por su rigidez. El cristianismo, por su lado, tomó mayor fuerza en esa fragmentación, como históricamente lo había venido buscando también y marcó la línea de encuentro que divide hoy al mundo.

Europa, en particular Francia, se destaca por su progreso intelectual. Charlie Hebdo es un semanario de extrema izquierda que se caracteriza por su satirismo. Y a través de sus publicaciones ha manifestado su burla por la religión musulmana. Se ha mofado de Mahoma y ha expuesto el uso de la religión para el triunfo de elecciones en países como la República Tunecina. Y se convirtió en el blanco de ataques menores y amenazas permanentes para sus periodistas y caricaturistas. Aunque para el mundo docto, las acciones de este impreso pueden parecer pacíficas –incluso ingenuas-, para los expuestos es una ofensa de carácter letal. El desenlace reciente movió al mundo nuevamente.

Con estos hechos, se confirma la necesidad de seguir promoviendo los valores que fundaron lo que hoy conforma el mundo moderno. La libertad es práctica. Y eso permite la posibilidad de encuentro de las diferencias. La inflexibilidad reta la tolerancia. Provoca violencia. Me cuesta trabajo pensar que el ser supremo, de cualquier religión, sea el autor intelectual del terror y la intimidación. Menuda faena. Más bien, es una cuestión de progreso cultural y conciencia humana. A mayor conocimiento, menor fanatismo. Karl Marx lo decía bien al referirse a la religión como el opio del pueblo. 

Veremos en lo sucesivo qué acontecerá en la lucha contra el terrorismo. Las alarmas se han activado nuevamente. Occidente está a la defensiva y la nebulosa amenaza yihadista se ha sembrado, ahora en Europa. Ojalá cesen los tambores de la guerra. Vale la pena recordar que en momentos de crisis, la beligerancia conviene a algunos de manera económica y a otros de manera ideológica. Que Dios o Mahoma nos agarren confesados.

México, D.F. a 10 de enero de 2015.


Fertilidad Obligada
  
Dificultad, otra vez. El cierre de los diarios nacionales anuncia posibles malas nuevas para el entorno mexicano. No suelo alarmarme con la primera noticia, ¿pero tres, juntas? El dólar se vende en nuestro país a más de 15 pesos, un récord histórico; la Bolsa Mexicana de Valores arrancó el año a la baja, como nunca había ocurrido a lo largo de su existencia. Y la mezcla de crudo, en caída también.

Los pilares de la economía nacional presentan problemas. Y es que si los costos de importación se incrementan, el valor del principal energético sostiene su caída internacional y las posibilidades de inversión en instrumentos no son rentables; se vislumbran serios inconvenientes para el empresariado, el gobierno federal y la gente de a pie –o de a vehículo, según sea el caso, por aquello de los gasolinazos-.

¿Por qué México no es rico? La pregunta saldría sobrando sin las observaciones anteriores. Pero la realidad es que hay distintos tipos de economías en el país. Diferentes tipos de riquezas… o pobrezas económicas. Haciendo un lado la social, me enfocaré en tres: La gubernamental, la empresarial y la laboral.

Por el lado del gobierno, viene sufriendo una crisis estructural desde hace más de 30 años. Vivir del petróleo había sido una fortaleza, que en los años 80 dejó claro su debilidad… pero se olvidaron. Esa bolsa financiera que se nutre del impuesto a PEMEX por su producción de crudo –de más del 70 por ciento de sus ingresos-, sujeto además al precio internacional del hidrocarburo. Hoy en día es un recurso cada vez menos accesible. Un agujero difícil de tapar. En la inteligencia financiera de los cerebros fiscalistas de la Secretaría de Hacienda seguramente se subraya la necesidad de incrementar los demás impuestos, o crear nuevos. Recortar una serie de programas. Lo que obliga a volverlos más productivos en muchas otras áreas, que hasta ahora, han presentado una baja inclinación para ello.

Dentro de la economía empresarial, hay un sector altamente productivo, en el cual se desarrollan firmas nacionales e internacionales líderes en los mercados de transformación, con amplio acceso a financiamiento y tecnología de punta que les permite innovar y competir exitosamente en los medios internacionales. Esos no preocupan, son los que generan riqueza, son productivos. De manera paralela están las otras empresas, las que enfrentan el reto de subsistir en un ambiente adverso y de conflicto permanente. En este ambiente, las posibilidades para ser productivos, transformar o innovar para competir exitosamente son complicadas y sumamente costosas. Y se generan incentivos permanentes para operar de manera informal.

Finalmente, la fuerza laboral. Hasta el último lugar de la cadena productiva. Quienes sufren de constantes transformaciones en sus modos de contratación. Amenazas permanentes de recortes. Así como la eliminación de incentivos para seguir formando parte de las empresas, principalmente las de seguridad laboral y retiro futuro. El salario mínimo ha crecido muy por debajo de la inflación y las expectativas de vida promedio nacionales. Pareciera que el modelo de empleo ha venido perdiendo fuerza desde la segunda mitad del siglo pasado y las consecuencias se comienzan a resentir de manera permanente en la actualidad.

¿Cuál es la manera de salir adelante ante este entorno? En mi opinión, la productividad. Como lo mencioné en el lado del gobierno, también las pequeñas y medianas empresas y los sectores laborales, sobre todo los sindicalizados, deben enfocar sus fuerzas a la productividad. Un acuerdo que permita a todos el mejoramiento de sus ingresos, a través de la generación de ganancias ante los nuevos retos económicos que se presentan en México. Aunque la agenda de reformas estructurales está enfocada a eliminar algunas de las barreras más importantes que por años han detenido el crecimiento del país, no pueden solucionar de golpe todos los problemas de la economía.

Deben establecerse compromisos más fuertes y honorables en todos los niveles y sectores de la economía nacional en busca de incrementar la productividad. Donde el precio del dólar sea una fortaleza y no una debilidad, por las posibilidades de exportación que se generen. El precio de la mezcla de crudo mexicana sólo sea una señal de la oferta y la demanda internacional, pero que no afecte las finanzas gubernamentales por su biunívoca liga, ilógica e insostenible. Y que los indicadores bursátiles nacionales sean de interés de un grupo –del tamaño y nacionalidad que sea- claramente delimitado, que gusta del riesgo y la presión que genera ese medio.

Con esta visión, las noticias no son de alarma. Sino informativas y de grandes áreas de oportunidad. Considero que el 2015 será uno de los mejores años para el país, por la puesta en marcha de una nueva época de reformas. Quizás los Reyes Magos nos dejen diarios con información más optimista.

México, D.F. a 2 de enero de 2015.


Arranque anhelado

Deflación. Los cierres del precio de la mezcla del crudo mexicano presentan ya un espacio de alarma para los analistas económicos. A diferencia de las noticias de crecimiento y bonanza en Estados Unidos, el panorama mexicano se anticipa un tanto complicado para el inicio del próximo año. Desde junio pasado hasta el día de hoy, el valor del barril ha caído prácticamente al a mitad.

La presión de este desplome viene de dos factores principales, uno externo y otro interno. De afuera es pura especulación comercial. Nuestro vecino del norte anunció un incremento en sus inventarios de petróleo, lo que provocó una oleada de compras a futuro en los mercados y por ende, la consecuente caída en el precio de nuestro país –por sexta ocasión en el año-. Ajustes de mercado, le llaman los especialistas.

Lo neurálgico es lo que ocurre al interior del país. Y es que desde noviembre viene anunciando el Secretario de Energía, que los niveles de extracción de hidrocarburos están en descenso. Cantarell, el yacimiento más grande de México se encuentra en su ciclo de envejecimiento, aún y cuando se utilizan procesos de recuperación secundaria como la inyección de nitrógeno para aumentar la presión de los depósitos y así incrementar la capacidad de extracción, hasta su agotamiento.

Por otro lado, la Reforma Energética que entró en vigor hace un año, ya acarrea la pesada carga de presentar resultados benéficos, casi inmediatos. De lo contrario, sólo formará parte de la historia de una posible debacle energética sin precedente para nuestro país. Porque además se trata de un fenómeno mundial. Noruega, Egipto, Angola, Reino Unido, Libia y Rusia también han anunciado la caída de su producción.

Estados Unidos, por el contrario ha manifestado un incremento en sus niveles de extracción. Y es donde creo que está el meollo del asunto. ¿Será posible remontar, como nación, los niveles de extracción del crudo? Mi respuesta es que sí. Compartimos con ellos el mismo mar. El Golfo de México es una fuente joven todavía, tanto en exploración, como en extracción. Solamente habrá que echar a andar la maquinaria para levantar los niveles. Y justo eso ocurrirá en 2015 y los años venideros.

Se trata de un proceso largo. Pero que vislumbro exitoso. Tanto para Pemex, como para las nuevas empresas que se vayan sumando a la tarea más noble y productiva en materia energética. Sólo el incremento en los niveles de producción, a través de la inversión en tecnología de punta y la participación abierta, provocará hacer nuevamente competitivo el precio de la mezcla mexicana. Habrá entonces, también, que buscar nuevos mercados, distintos al de Estados Unidos, toda vez que su demanda se ha venido cubriendo de manera autónoma. Promover también la producción de refinados y otros derivados, que promuevan la demanda de nuestros productos y generen mayores ingresos por los excedentes.

Es un nuevo desafío. Para todos. Para el gobierno federal, representa un reto creativo, porque tendrá que desarrollar distintas maneras de generar ingresos para sus arcas. Para Pemex, porque dejará de lado su carácter paraestatal y monopólico. Para el empresariado mexicano que desee participar, le implica estar a la vanguardia tecnológica y operativa, ante los competidores del extranjero. Para la sociedad mexicana, la medición de los resultados benéficos anunciados, contra la realidad futura del mercado energético local.

Arrancará entonces 2015 con un nuevo modelo de visión de Estado en materia energética. Con un dólar caro y un precio del barril bajo. Menudo reto. Confío en que se ha hecho bien la tarea en términos constitucionales y económicos. De cualquier forma, el patrón anterior ya había perdido su esencia original y el desgaste era considerable. Hay que estar al tanto de su desarrollo. Mientras tanto, a disfrutar de las fiestas decembrinas que siempre conllevan esperanza y ofrecen momentos de reflexión y júbilo.

México, D.F. a 24 de diciembre de 2014.


Sorpresa Navideña

Asombro. No tengo otra manera de expresar la sensación que me causó la noticia. Y es que nací con el embargo a la Isla. Crecí con la tensión entre ambas naciones. La Guerra Fría ha sido parte de mi historia personal. Como si lo hubiéramos vivido de cerca todos en casa. El más cercano al tema fue el recién galardonado con la medalla Belisario Domínguez, Eraclio Zepeda, quién combatió la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, durante su estancia en ese país.

Mi admiración por Castro y la Revolución Cubana viene de sangre. Mi decepción por las condiciones sociales postreras con el fin del comunismo, la separación de la Unión Soviética y el fortalecimiento del embargo, vinieron después. Cuando visité Cuba, no pude más que sentir el dolor y el sufrimiento de sus habitantes; a pesar del entusiasmo permanente de los mismos por su actitud lisonjera, caribeña, nada artificial. No obstante, las condiciones de miseria y escasez eran notables y considerables.

Sólo un hombre como Obama podía poner en marcha una estrategia de esta envergadura. Sólo un presidente que ha sufrido el mismo trato separatista podía reconocer la importancia de eliminar la barrera imperialista más simbólica de la Guerra Fría. Además de ser congruente con sus acciones recientes; porque mientras con orgullo defendía la autonomía ucraniana ante un Putin persistente, mantenía el pie sobre Cuba. Con una Cámara Alta en contra, expresa aún más su sentido humano, más que político.

Sorprendentemente, se sumó uno más a la maniobra diplomática: El Papa Francisco. Quien puso las condiciones para las negociaciones. Nunca un mejor lugar para tales acciones que el mismo Vaticano. Y es que tampoco hubiera podido darse en otro espacio, ni en otro momento. Un Papa latino era necesario para orquestar la intermediación. Sobre todo, un argentino. Porque entiende el contexto. Las Islas Malvinas son el nexo de comprensión. Francisco fue el fiel de la balanza. Quizá más Jorge Mario Bergoglio que el Papa. Pero eso sólo lo sabrá él. El Vaticano no puede más que colgarse orgullosamente la medalla.

Canadá fue el testigo fiel. Un acierto también. ¿Por qué Canadá? Harper ofreció las condiciones diplomáticas necesarias. Sin espacio para las filtraciones. El asistente neutral necesario para este tipo de convenios. En congruencia también con su política de apoyo a la independencia y autonomía. Además de más de los mil millones de dólares de intercambio comercial anual entre ambos países.

Es de señalar el giro que da la historia, con este pronunciamiento, en materia energética. Se apuntala una nueva conceptualización de Norteamérica. De Chiapas hacia arriba, por así decirlo. El Golfo de México, rico en petróleo por el Hoyo de Dona, seguramente formará parte de los nuevos acuerdos entre los países implicados, México incluido. Menos españoles en las aguas del Caribe y más estadounidenses y canadienses explotando las profundidades de esa zona.

En materia social, el beneficio de la apertura reunificará familias separadas por años. La calle 8 de Miami seguramente estará celebrando la noticia. Se abre la puerta para miles de isleños que se veían imposibilitados a salir. Con grandes capacidades intelectuales, pero con nulas capacidades de desarrollo.

Y ahí es donde comienza la discordia en Washington. La política de Obama con respecto a la inmigración viene desde antes. Los republicanos nunca han visto con buenos ojos a los alienígenas del sur, los de habla hispana. Quienes han venido ocupando lentamente, durante las últimas décadas, la primera minoría en ese país. Los mismos republicanos han alienado a candidatos de origen latino para ocupar posiciones en las cámaras y en otros puestos de elección popular, porque reconocen su fortaleza y aceptación.

Se trata de un avance monumental en materia ideológica. Pone en la mesa de la discusión internacional un ejemplo de sensibilidad social. Apaga también las voces de algunos radicales de izquierda que habían tomado por bandera la lucha permanente contra el imperialismo yanqui. Son tiempo de festividad, podemos cerrar el año con nuevas esperanzas. Con el ejemplo de que la suma de voluntades genera cambios positivos en cualquier nivel.

México, D.F., a 19 de diciembre de 2014.


Fugaz Comunión

Desigualdad y bajo crecimiento. De las principales conclusiones alcanzadas en la Cumbre Iberoamericana, acontecida recientemente en el emblemático puerto de Veracruz. Veintidós países de habla hispana y lusitana se han venido reuniendo desde la última década del siglo XX para fijar posturas comunes, formular acuerdos y establecer compromisos de cooperación entre las naciones participantes.

Los tambores de la discordia siempre se han presentado en este círculo. Recordemos que hace unos años fue el Rey de España –ahora en retiro- quien hizo callar abruptamente al mandatario venezolano Hugo Chávez, en el seno del mismo. Ahora, las tensiones generadas en el cono Sur provocaron que esta última reunión concluyera con un resumen de acuerdos mínimos. Tan mínimos como el crecimiento esperado general en Latinoamérica del 1.4%, apenas.

Resultó notoria la ausencia de países relevantes como Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba; quienes representan aproximadamente el 50% del PIB en América Latina. Es tan palpable el deterioro de la estructura del modelo de reunión, que las siguientes se llevarán a cabo de manera bianual. Lo cierto es que cada vez ha sido más difícil generar acuerdos entre estos países.

La moda de la conformación de grupos estratégicos territoriales o regionales viene en declive. En mi opinión, se han prostituido. Mercosur, TPP, CELAC, ALBA, Unasur, son ya prácticamente contratos comerciales que benefician a algunos, apartan a otros y terminan por polarizar las relaciones económicas, políticas y sociales de países vecinos. Una visualización adicional que el modelo económico liberal es cada vez más obsoleto.

Las conclusiones de esta cumbre, resultaron estériles. Pronunciamientos como la recomendación a Estados Unidos para eliminar el bloqueo comercial a la isla caribeña, a pesar del desdén del presidente del mismo país para participar activamente, ponen de manifiesto una debilidad que no debería mostrarse abiertamente. La alianza con España, Portugal y Andorra no parece tampoco coadyuvar en el fortalecimiento ni en la cohesión de los países participantes. Por el contrario, parece evidenciar que los países de habla inglesa, francesa y germana generan mayores sinergias para el desarrollo económico en sus regiones. Dándole razón a Max Weber en referencia a su tesis sobre la productividad de las comunidades de acuerdo con su ubicación geográfica, religión y raza.

Y es que aunada a la crisis de esos tres países europeos, Latinoamérica atraviesa momentos críticos. Tal como lo expresó el presidente de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría. Quien recalcó que ante el boom de materias primas, ninguno ha hecho la tarea por dar el salto al desarrollo. –Se trata de la región más desigual del mundo-, expresó. Se reportan mayores índices de pobreza, pero también grandes fortunas regionales como la del empresario Carlos Slim de México y el efímero Erike Batista de Brasil. Existen mediciones de esa institución donde destaca que menos del 40 por ciento de la población está satisfecha con su democracia.

¿Qué se puede destacar de la reunión? Hay varios puntos que vale la pena reconocer. El que más nos atañe es el fortalecimiento de los vínculos entre España y nuestro país. Y es que un aliado en el otro continente nos conviene. La apertura hacia otras fronteras disminuye el riesgo permanente de ser aliado comercial obligado de Estados Unidos y Canadá. Abre los canales para la exportación y el intercambio de servicios y otros activos intangibles como experiencias en materia política; así como conocimientos en materia de transformación cultural y económica.

Asimismo se subrayó la necesidad de fortalecer la comunicación entre los países del sector para el combate al terrorismo, la protección a los migrantes para evitar riesgos de trata de personas en todas sus modalidades; entre otros acuerdos en materia de salud, educación y tecnología.

Son procesos continuos. Quizá deban establecerse nuevos mecanismos para el diálogo, la comunicación y el intercambio de ideas, estrategias y tecnología. Es de primera necesidad eliminar las barreras sociales que se han venido edificando entre ricos y pobres A través de la instrumentación de políticas públicas redistributivas que fomenten la generación de ingresos para las comunidades más necesitadas de Latinoamérica, haciendo uso de las capacidades de cada región.

Tampoco se trata de llevar una vida austera como la del presidente uruguayo. Ni como la dispendiosa del antiguo monarca español. Se trata de acercar las posibilidades de desarrollo a cada vez más personas. Espero que la reunión de 2016, en Colombia se acompañe de grandes acuerdos que generen mejores políticas en cada país. Más sensibles y menos individualistas

La riqueza de Iberoamérica no sólo es material, es intelectual. Todo está al alcance de una seria de decisiones inteligentes. Falta poner en práctica una nueva manera de hacer las cosas. Con el esfuerzo y consenso necesarios para alcanzar el desarrollo de toda una región que clama por ese momento.

México, D.F. a 10 de diciembre de 2014.


Ímpetu superfluo 

Necesidad. Aquello que resulta indispensable para vivir de manera plena. El ser humano se rige por sus carencias desde el primer momento de su concepción. Sed, frío y hambre son sensaciones que se identifican con la necesidad orgánica de agua, calor y comida, respectivamente. La falta de satisfactores, generalmente produce incomodidad.

Y es que nada como retomar las viejas enseñanzas de Rulfo. En su Llano en llamas nos muestra a un sufrido Juvencio Nava, quien pide a gritos a su hijo Justino buscar una opción para no ser fusilado por el hijo de Lupe Terreros. Quien lo había descubierto después de muchos años y buscaba vengar la muerte de su padre, de manos del primero.

"Yo nunca le he hecho daño a nadie." Es la disculpa del inconsciente Juvencio. A pesar de las advertencias, pasó por encima de los demás en congruencia con su condición de desposeído. ¿Por qué si el vecino tiene, no comparte? No puedo alcanzar, durante el corto relato, precisar quién sea el más avaro. Pero es innegable que uno arrebató lo que el otro no estuvo dispuesto a compartir.

Juvencio es el representante de aquellos que hoy nos encontramos por montones en México. Que por la falta de acceso a recursos, considera que puede tomarlos del vecino de la manera que le sea posible. Cada vez más violenta. Saquear, golpear o matar son ya opciones elegibles. Al margen de la Ley y los derechos de otros ciudadanos.

Puedo ver también que no es una condición de clase. Es una condición humana. Tanto del pobre de la colonia Buenos Aires, como del empresario de las Lomas de Chapultepec. Del político de un municipio del norte del país, como del ejidatario de un pueblo tabasqueño. Del delincuente organizado, como del Notario Público más destacado de su entorno.

¿Las acciones de los grupos violentos están directamente relacionadas con la búsqueda de satisfacción de sus necesidades? Yo creo que no. La radicalidad tampoco corresponde con el nivel de incomodidad figurada en los actos masivos que claman justicia para los 43 desaparecidos. Puedo entender la angustia y el dolor de los padres. El resto de los motivos, no.

Cualquier hecho que trasgreda los derechos de un tercero, es un crimen. Escudarse de cualquier acontecimiento social para salir a las calles a detener la circulación, romper cristales de negocios, quemar anuncios, golpear a quien se atreviese… es una transgresión a las garantías ciudadanas y debe ser castigada como un crimen. ¿Quién paga los vidrios rotos de los establecimientos?, ¿quién responde por la seguridad de los terceros que sólo pasan por ahí?

Las leyes deben sufrir un ajuste para el control y sanción de estos acontecimientos. El país se ha llenado de huelgas, paros, marchas. Venganzas colectivas infundadas. No hay política pública que logre satisfacer las demandas de los arbitrarios. El abuso de la democracia es el desgobierno. El balance debe venir de otros instrumentos de participación popular. Así evitaremos el enfrentamiento civil que se ha gestado ante la impasividad del gobierno para frenar los actos violentos.

Así es también como concluye el cuento. Descansan todos finalmente. El cruel Juvencio, dejó de huir de sus propios demonios. Don Lupe y su familia, también. Encontraron en la justicia de propia mano, una manera de venganza. Al amparo de los acontecimientos de la lucha revolucionaria de principios de siglo. Cuando todos disponían de la Ley. Y las armas les otorgaban el espacio público para ejercerla a su consideración.

Toda vez que estamos ante un fenómeno de transición constitucional sin precedentes. Estamos también ante el mejor momento para reestablecer el pacto social. Un compromiso que instaure nuevas reglas del juego en materia cívica y patriótica. Que coadyuve en la identificación y satisfacción de las necesidades de las comunidades y acordone al mismo tiempo a las extremas radicalidades del entorno social. Esas que ponen en peligro la gobernabilidad y la paz ciudadana. Que están al pendiente de cualquier razón, por pequeña que sea, pero suficiente para romper el equilibrio.

México está cambiando. Confió en que lo haremos cada vez mejor.

México, D.F., a 3 de diciembre de 2014.


Aproximaciones sucesivas al progreso

Primer mundo. –Quiero transformar a Pemex, quiero que sea reconocida como una empresa con estándares internacionales-. Lo escuché varias veces en distintas voces. De Raúl Muñoz Leos, de Luis Ramírez Corzo, de Jesús Reyes Heroles, de Juan José Suárez Coppel. El primer día que se presentó ante los petroleros, en la explanada de la torre corporativa. Emilio Lozoya Austin, el más joven de los directores petroleros en la historia… también se lo oí decir.

Con los primeros dos, tuve la oportunidad de participar activamente en el diseño de múltiples estrategias para lograr la ansiada reforma energética. El presidente Fox tenía en su agenda de arranque, la transformación de Pemex y su autonomía. Reformar la Constitución para otorgar mayor autonomía de gestión y restar la pesada carga impositiva que durante 20 años había corroído la estructura financiera de la paraestatal. Fue imposible alcanzar consensos. En las cámaras se discutía en los pasillos las posibilidades de reforma, pero la aceptación era frágil. Todos querían colgarse en el tren de la modernidad, pero las heridas del cambio aún no sanaban y las corrientes opositoras jamás hubieran permitido otorgarle al Partido Acción Nacional, estrenarse en el poder con un salto estructural de ese tamaño.

Además, de la mano debía de ir la otra reforma. La hacendaria. ¿Quién en su sano juicio se deshace de la gallina de los huevos de oro? Soltar los dineros del petróleo para modernizar la empresa nacional, obligaba buscar nuevas fuentes de financiamiento para el Gobierno Federal. No salían las cuentas para repartir entre los estados. En fin, era un estambre enredado por un gato y día con día, se fueron apagando los ánimos y las posibilidades.

Durante el sexenio calderonista, los esfuerzos también fueron pieza clave desde el inicio del sexenio. Era una meta fundamental. Cada vez era más clara la necesidad de abrir el espacio para la explotación del crudo en superficies más complejas: Las placas tectónicas de piedra más pesada y dura del Paleocanal de Chicontepec y las aguas profundas del Golfo de México, alrededor del Hoyo de Dona. La forma de extraer hidrocarburo fácilmente se había terminado. Subsistía y subsiste Cantarell, pero su tiempo se termina sistemáticamente. Entonces también se montó una estrategia liderada desde las oficinas del economista Reyes Heroles. Su equipo, de los más preparados en la materia lanzó un nuevo y agresivo plan que puso a discutir los alcances de la ansiada trasformación constitucional en todos los niveles técnicos e intelectuales. Pragmáticos, dogmáticos, estructuralistas, liberales, tradicionalistas… todas las corrientes tuvieron su espacio. Pero la reforma no terminó de llegar.

Entretanto, se crearon esquemas de participación para que Pemex lograra colaborar con la iniciativa privada con el fin de explorar campos potenciales, así como comenzar la extracción de petróleo y gas en las zonas con mayor posible presencia. Todos fueron observados desde la oposición y duramente investigados por lo controvertido de su origen. Aunque alineados en materia constitucional, siempre en la marginalidad de la Ley por su lejanía con el sentir histórico de aquél 18 de marzo de 1938, cuando se expropió de los ingleses y los americanos el petróleo como recurso puramente nacional.

Hace casi un año. El pasado 11 de diciembre de 2013, la Cámara Alta aprobó la Reforma Energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto. La Cámara de Diputados, lo hizo al día siguiente. Finalmente, el 20 de diciembre, fue una realidad constitucional tras su promulgación oficial.

¿Qué ofrece esta reforma?, ¿cuáles son sus alcances? En mi opinión, mucho ofrece y mucho alcanza. Sin sentimentalismos. Lo logramos los mexicanos. Porque se permite la participación activa de muchas empresas, capaces de seguir proporcionando el vital componente energético todavía insustituible y por ello crecidamente comerciable. Porque Pemex y la propiedad de los recursos siguen siendo del Estado y no son éstos una materia prima más del componente nacional.

Junto con ello, se establecieron mecanismos de equidad que permitirán primero a los mexicanos y sus compañías, acceder a mejores campos de explotación. Obliga a todas las empresas a colaborar con las comunidades de manera activa mediante acciones de desarrollo social y cuidado del medio ambiente.

Fueron muchas las aproximaciones sucesivas para alcanzar este documento. Fueron muchos años de arrastrar el lápiz y eliminar las barreras ideológicas. Vamos a darle el espacio y el tiempo para que demuestre su cometido. Era necesario para el país. Era necesario porque ya no podía darse otra acción más que la de transformarse. Estamos ante un nuevo modelo de industria petrolera, ha funcionado bien en otros países. Confío que México no será la excepción y por ello, ya alcanzamos un escalón más hacia el desarrollo. Hacia el primer mundo.

México, D.F., a 27 de noviembre de 2014.


Arqueo Gubernamental 

Primer tercio. El sexenio del presidente Peña Nieto cursó su fase inicial. Para él y su equipo es el momento preciso de realizar un balance. Calcular el alcance de la estrategia. Decidir si deben seguir por el mismo camino o ajustar la mira.

De acuerdo con las mediciones de aceptación, el mandatario comparte prácticamente la misma cantidad de seguidores como de detractores. Factor que en materia de política pública –en un escenario perfecto-, es un nivel aceptable. Considerando que el país se divide en tres grandes sectores políticos ideológicos quienes han venido compartiendo por tercios a la ciudadanía.

Por otro lado, si tomamos en cuenta los aciertos en materia reformista, el equipo presidencial tiene un cálculo favorable. Desde el comienzo de su mandato, se han presentado las condiciones necesarias para establecer consensos. De esta manera, las propuestas ante las cámaras son hoy en día documentos palpables del ingrediente constitucional. Los medios nacionales e internacionales han reconocido las capacidades del Ejecutivo para lograr las reformas que se propusieron, y que además, no habían sido resueltas en sexenios anteriores.

Las críticas y el encono también fueron la cotidianeidad en estos dos años. Los sectores más radicales de la izquierda, encabezados por Andrés Manuel López Obrador, se promovieron en contra de la reforma energética. Asimismo, después del encarcelamiento de la líder sempiterna del SNTE, la maestra Gordillo, la presidencia alineó a todo un sector que a pesar de las protestas por la reforma educativa, está también en un proceso de trasformación que pronto dejará ver resultados.

Hasta ahí, el balance presenta un equilibrio casi perfecto. Una luna de miel placentera durante los primeros dos años. Con una economía cada vez más estable, aunque precaria en crecimiento sostenido. Pero como en todas las grandes corporaciones, hay que considerar también las salvedades al momento del cierre.

El mandatario y su equipo, hoy en día, desafían su crisis más severa. Se abrieron frentes donde menos se lo esperaban.  Aunados a los hechos que ya venían sorteando de manera sostenida como la lucha contra el narcotráfico, el combate a la pobreza y la corrupción. Temas de agenda, acompañados de una serie de estrategias sólidas.

La pareja de Iguala y los muertos y desaparecidos de Ayotzinapa que llevan cargando en sus espaldas. La queja enérgica de los padres y sus innumerables afilados. Son hechos que abrieron un espacio en la agenda del Gobierno Federal que proyecta el obligado fortalecimiento de los programas en esa materia.

La cereza del pastel, para los medios inconformes, fue la casa de la Primera Dama. Y no por el hecho del inmueble en sí, sino porque se enlaza con uno de los proyectos monumentales del sexenio, el tren que conecta al D.F. con Querétaro, las dos grandes urbes del centro del país. Un anuncio reservado, después del nuevo aeropuerto de la ciudad de México.

En mi opinión, el ingrediente amarillista del tema, pone de manifiesto a esa mitad de la población que no concuerda con el mandatario y su equipo. En materia democrática, debo señalar que esto es bueno. Bueno porque demuestra que las épocas de la dictadura perfecta son cada vez más difíciles de recrear. Bueno, porque muestra una cara del presidencialismo más abierta y menos oscura, donde la transparencia es una herramienta de primera necesidad.

El control de daños está puesto en marcha desde el primer círculo. Es un equipo bien conformado que ha puesto de manifiesto el interés por modernizar al país y dejar de lado los esquemas rígidos y tradicionales. Confío en que sabrán sortear este momento y continuar con la tarea que se han planteado.

Se acercan las elecciones intermedias, el momento en que la ciudadanía sale a las urnas a evaluar al gobierno y sus autoridades. Ellos, los votantes, son la autoridad máxima que califica el balance social del Ejecutivo. El verdadero arqueo se da en las urnas.

México, D.F. a 22 de noviembre de 2014