miércoles, 10 de octubre de 2012

De los impulsos a las tentaciones

Chiapas. Faltan menos de dos meses para que Manuel Velasco rinda protesta para gobernar ese estado durante los próximos seis años. Será entonces uno de los gobernantes más jóvenes de la historia. Recuerdo aquel fresco diputado federal que se sentó en la curul de la Cámara Baja y se destacó cuando se presentó ante el pleno con su posicionamiento como verde-ecologista durante el Segundo Informe de Gobierno del presidente Fox. Trabajamos juntos en ello.

Han pasado ya los tiempos de campaña. El júbilo por el triunfo también está serenándose y comienza a escucharse a lo lejos el galope de los jinetes apocalípticos que han acorralado al pueblo chiapaneco por décadas. Los tambores guerreros de la miseria, el hambre, la ignorancia, la apatía y la insensatez, entre los más destacados.

El Güero, como le dicen de cariño, hereda una serie de problemas añejos que al cierre de cada administración reviven de nuevo con mayor reclamo. Cargados de un pasado bélico reciente. Que hace prioritario sentar bases inmediatas de pacificación, para serenar nuevamente los ánimos del encono y la disgregación social que prevalecen en las regiones más afectadas en esa región, por su bajo desarrollo.

Su primer labor, será la de hacer cuentas, revisar lo que quedó en las arcas. Seguramente conducirá de inicio una administración pobre e hipotecada. El nivel de endeudamiento es uno de los más altos después de Coahuila. Aunque la participación del estado en las aportaciones al Producto Interno Bruto Nacional lo colocan entre el noveno y décimo lugar, la deuda per cápita contra el ingreso promedio estatal equivale a estar endeudado de manera personal por los próximos 25 años.

Sentarse en la silla es todo un suceso. El primer día es todo un acontecimiento, desfilan las felicitaciones, los parabienes, las obsequiosas presentaciones… toda una celebración de bienvenida. Conforme pasan los días, el despacho comienza a llenarse de urgencias, emergencias, solicitudes, demandas, presiones, prisas y exigencias. La fiesta se terminó y comienza el viacrucis.

Los gobernantes chiapanecos han tomado como medida de legitimación la persecución de los funcionarios superiores de las administraciones anteriores por los errores cometidos, los posibles latrocinios y las enemistades que se generaron durante la campaña. Probablemente Manuel acaricie también la idea de tomar esa vía. Es de las más fructíferas para incrementar las mediciones de aceptación, pero de las más peligrosas porque se tratan de apuestas a futuro. Es indudable que la administración termina en algún momento y seis años pasan rápido. Las facturas que se pagan por esas acciones son altas. De hacerlo, es sumamente importante considerar que la tarea debe ir acompañada de una certeza jurídica sólida e infranqueable. Para evitar que parezca una acción política, mediática y de venganza, más que una verdadera muestra de ejercicio de transparencia y legalidad.

En mi opinión, no debe fijarse la auditoría de los ejercicios anteriores como un proyecto gubernamental ligado a la posición de imagen. Sino una tarea más que muestre signos de limpieza y labor administrativa. De sus resultados, que se apliquen las acciones de justicia necesarias. En cambio, para que un gobierno sea reconocido, es importante que se sienten las bases necesarias para establecer nuevas vías de desarrollo social y económico. Elaboración de políticas públicas novedosas que consideren la potencialización de las fortalezas productivas y humanas de cada región del estado.

Éxito en tu nueva tarea, Manuel. Enhorabuena por tu triunfo. Desde la distancia, reitero mi compromiso con Chiapas y su gente.

México, D.F. Octubre 9, 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario